AUTORRETRATO
Vine al mundo en primavera
una mañana de mayo,
cuando desprendía un rayo
el Sol sobre la ribera.
Al principio todo era
un jardín lleno de flores,
y los pájaros cantores
inundaban de color,
al brotar de mi interior
bellos poemas de amores.
El tiempo se fue encargando
de ir torciendo los caminos,
sembrando cardos y espinos
por donde yo iba pisando.
Los días fueron pasando,
y en mi peregrino andar
siempre me gusta pensar
que hubo momentos felices,
también crueles cicatrices
que no quiero recordar.
Soy sensible y cariñosa,
me gusta mucho la gente
noble, que mira de frente
y el perfume de la rosa.
Cuando llegue, silenciosa
con su claridad rosada
la doliente madrugada…
le brindaré una sonrisa
y lentamente…sin prisa
me fundiré con la nada.
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